Relato: #OrigiReto2020 - Made of love. (Mayo) (Fanfic de Steven Universe)

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Advertencias y TW: Este relato es un fanfic de Steven Universe y CONTIENE SPOILERS de la misma. (En concreto de la primera temporada) De verdad, contiene spoilers.

Lee sólo si no te importa, pero ya que has llegado hasta aquí, al menos compártelo para ayudarme a llegar a más gente. ¡Muchas gracias!

Importante: Solo he visto la primera temporada. No me spoileéis a mí en los comentarios, por favor. Siento por ello si el fic contradice de algún modo el canon a partir de la primera temporada, de antemano me disculpo por ello, aunque espero que no mucho xD.

Dedicatoria: Para @esthrsnchez por recomendarme esta y otras series de animación que me están encantando y dando fuertemente la vida. ¡Gracias por tener tan buen criterio! Espero que te guste (y si no pues no pasa nada).

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Una pared yerma llena de agujeros; como una colmena sin vida, envenenada, fue todo lo que quedó de la Guardería tras la gran explosión. El humo cubrió la montaña durante unos segundos y después se disipó con la brisa. Lo primero que vio Perla fue a Rosa, en medio de aquel desastre; sus largos tirabuzones lacios, cayendo sobre su espalda encogidos, arrugados casi como si sintieran vergüenza. Sus hombros se movían; estaba llorando. Ambas estaban dentro de su burbuja.

—Rosa… vamos, Rosa —se le acercó por detrás, despacio, para apoyar una mano en su hombro—. Tranquila…

Entonces lo vio; todo su alrededor estaba cubierto de polvo y ceniza, pero bajo los escombros de la explosión brillaban pequeñas piedras preciosas, esparcidas por el suelo como un macabro puzzle sin armar. Ahogó un gemido llevándose ambas manos al rostro.

Cientos, miles de aquellas gemas creadas con el fin de formar un ejército que arrasara la Tierra yacían a sus pies, mutiladas justo tras su nacimiento por la precipitada huida de aquellos que las habían puesto allí. Testigos y recordatorios de su corta existencia sólo quedaban ya los agujeros por los que habían salido al mundo. Un mundo que las había recibido con los puños cerrados, como una gran paliza de la que nunca se recuperarían. Rosa lloraba, Perla se estremeció ante el silencio y el olor a azufre.

—Hemos llegado tarde —susurró. Y Rosa se echó a sus brazos.

—Tal vez… —dijo, sofocada y titubeante—. Tal vez queda alguna entera.

Entera significaba viva, pero ninguna de las dos necesitaba escuchar la palabra para ponerse a rebuscar entre los escombros.

A pocos metros de distancia, tras una pequeña aglomeración de rocas; yacía una gran amatista morada en perfecto estado. La única superviviente de aquella matanza estaba a punto de volver al plano físico sin saber que tras su próxima regeneración no solo la esperaba su antiguo cuerpo; sino también una nueva familia. Una de verdad.

--*--

Zafiro miraba el mar, sentada sobre la arena con los pies descalzos lamidos por las olas. Rubí estaba a su espalda, tumbada en una toalla bajo el sol abrasador de inicios de Agosto. No le hacía falta mirarla para saber que estaba allí; pero aún así lo hizo. Observó sus párpados cerrados y los reflejos que el sol dejaba sobre su pequeño cuerpo fibroso y rojizo atraparon su atención. Se apartó el flequillo del ojo, sonriendo sin darse cuenta, y se levantó para ir a su lado.

—¡Zafiro! ¡Me estás empapando! —rió Rubí encantada, con su voz cálida y vibrante como toda ella. Y abrió los ojos para buscarla con la mirada y lanzarle poco después los brazos al cuello—. ¡Te tengo! ¡Me las pagarás! —gritó triunfante, antes de atrapar sus labios y rodear su cuerpo con brazos y piernas.

No tardaron en rodar entre risas sobre la arena. Era tan maravilloso estar juntas que ni siquiera importaba no poder volver al planeta natal. A veces ambas sentían que la Tierra en realidad podía llegar a convertirse en un hogar; era un bonito planeta. Podría ser fácil acostumbrarse a vivir en él.

El atardecer las sorprendió todavía en la arena. Ambas tumbadas de espaldas mirando al cielo; sus manos entrelazadas y cada una sumida en sus pensamientos.

Hasta que Zafiro decidió compartir los suyos.

—Rubí… —empezó, preocupada—. Tú… ¿has parado la fusión? Antes.

Sabía que lo había hecho. La pregunta subyacente era por qué.

—No pensé que te darías cuenta —dijo Rubí, sus mejillas enrojeciendo mientras su temperatura subía un par de grados—. No estaba segura de si… es decir, ¿lo estabas intentando a propósito? ¿Quieres que nos… fusionemos? —se giró para mirarla, comprendiendo de pronto lo que había pasado.

Zafiro jamás se había fusionado con ninguna otra gema. Siempre tan tranquila y sosegada, nada inclinada a la batalla, había preferido seguir siendo ella misma aunque sacrificarse algo de poder. Cuando le preguntaban por qué, ella siempre decía que la fusión era demasiado especial. Que tenía que encontrar a alguien con quien realmente quisiera hacerlo. Que nunca lo haría sólo por el poder que aquello le otorgara, sino por la experiencia de compartirlo con alguien que ella eligiera. Alguien a quien estuviese destinada.

—Sí —confesó Zafiro, sonriendo un poco—. Me encantaría. Si tú también quieres.

Después de recuperarse de la sorpresa, Rubí soltó una carcajada de júbilo, y como una niña feliz que hubiese vivido cinco años en lugar de milenios y recibiese por primera vez un enorme caramelo; abrazó a su novia y bailó con ella, entre lágrimas de felicidad, haciendo saltar la arena y el agua bajo sus pies. Atrapadas ambas en un torbellino de risa y amor se dejaron llevar sin cadenas, hacia arriba, sin parar, más y más alto a cada risa, a cada beso, a cada paso; hasta por fin tocar el cielo.

--*--

La peana del teletransporte brilló levemente anunciando la llegada de Rosa y Perla; que se materializaron sobre ella tras un suave resplandor.

—¡Gemas! ¡No os vais a creer lo que hemos…! —Perla guardó silencio y se detuvo en seco, a medio camino de bajar el escalón.

Se mordió el labio con fuerza mientras miraba el sofá de su salón. Una fusión las observaba desde allí; con tres ojos juguetones y media sonrisa en los labios.

—¿Q-qué ha pasado? —titubeó Perla en cuanto encontró la voz—. ¿Rubí? ¿Zafiro? —Sacó su lanza de inmediato y observó a su alrededor—. ¿Nos atacan?

—No nos atacan —dijo una voz grave y tranquila desde el sofá, mientras la fusión desconocida se incorporaba y sonreía de medio lado.

—Pero… pero… —Perla, la dulce Perla, que se atragantaba con sus palabras al comprender poco a poco el alcance de lo que veían sus ojos—. ¿Estáis bien?

Hubo un silencio espeso y cargado de electricidad mientras el transportador se apagaba del todo. Rosa le dio la mano a Perla y sintió como se la apretaba con fuerza.

—Estoy bien —respondió la gema que les miraba sonriendo desde el sofá—. Mejor que bien. Podéis llamarme Granate.

Rosa sonreía un poco y Perla abrió los labios dubitativa, pero todo intento de pregunta murió en sus labios cuando una pequeña gema morada salió corriendo desde su espalda; pasando entre ellas melena al viento, y se acercó juguetona y sonriente al sofá al que sus dos acompañantes miraban con tanta atención.

—¡Hola! —dijo, impulsiva—. A mí puedes llamarme Amatista. ¿También eres una gema?

Una risa suave vibró en los cuadrados hombros de la anfitriona.

—En realidad —susurró, con una seriedad casi cómica que no llegó a sus ojos, risueños y chispeantes— soy dos.

Y le enseñó las palmas de sus manos, donde un rubí y un zafiro brillaban ilustrando sus palabras.

—Mooola —espetó la quasi recién nacida, agarrando sus manos para mirarlas más de cerca.

—Sí —concordó Granate, mirando en dirección a las dos gemas mayores, que aún no habían avanzado más desde la peana de teletransporte—. Soy la caña.

—Pero los ojos dan mal rollito —confesó la pequeña Amatista, con esa voz impostada de macarra de barrio turbio.

—¿Sí, verdad? —rió Granate, revolviéndole el pelo como una abuela feliz—. Tendré que solucionarlo.

FIN

El relato que acabáis de leer está enmarcado en el Reto de escritura de #OrigiReto2020, tiene 1182 palabras y cumple los siguientes puntos del reto:

• Objetivo principal: 4. Cuenta una historia de amistad infinita.
• Criaturas del camino: VIII. Alienígenas.
• Objetos ocultos: 10. Arena / 5. El sol
• Objetivos anuales: Rosa insolente 3/3 por prota femenina, Sororidad 2/2 por Bechdel, Tríada 4/3 por LGBT/minorías, Doble dragón por 1/1 fantasía.
• Objetivo personal (que todos los relatos que escriba sean fanfics): Sí

Podéis consultar las bases y apuntaros a participar en esta entrada de mi blog o en el de Katty.

Podéis encontrar TODOS MIS RELATOS Y LA PEGATINA para el #OrigiReto2020 en esta otra entrada.

Podéis encontrar todos mis relatos en general en esta entrada o en el menú superior del blog.

¿Qué os ha parecido el relato? Espero que hayáis pasado un buen rato leyéndolo. ¡Pronto más relatos dentro del #OrigiReto2020! Mientras tanto, es vuestro turno de opinar en los comentarios. ¡Muchas gracias por leer!