Relato: #52RetosLiterUp #10 - Comodo, mi dragón invisible.

Comodo llegó a la ciudad sobrevolando el mar, y vino a nuestra casa porque tenía chimenea. Yo lo sé porque me lo dijo. Los dragones hablan con las personas, ¿sabes?, pero sólo con las que queremos escuchar. Mamá me dice que no tengo que tener tantos pájaros en la cabeza y que ya es hora de que crezca. Pero yo ya mido casi uno treinta así que debe ser que tiene envidia porque yo tengo un dragón, y ella no. Ella ni siquiera puede ver a Comodo, porque a los dragones les dan miedo las personas mayores y se hacen invisibles para ellos, porque así no tienen que tenerles miedo.

A lo mejor tú tampoco puedes ver a Comodo, ahora que lo pienso, así que te voy a decir cómo es. Es enorme, por lo menos el triple de grande que yo, pero en realidad es pequeño para ser un dragón, porque los dragones son muy grandes. ¡Pero menos mal! ¡Porque así cabe por la ventana de mi cuarto! Tiene una cola muy larga y con unas escamas resbaladizas. Las alas también son resbaladizas y me gusta mucho tocarlas porque es como si estuviesen siempre mojadas, pero en realidad no mojan nada. Es guay. El pobre se saldría de la cama de lo grande que es, así que por eso duerme en el suelo, pero con la cabeza sobre el colchón, junto a mis pies. Me gusta que la ponga ahí, me da tanto calorcito...

Por los días juego con él, para que no se aburra. Cuando no estoy en el cole me subo en su lomo y volamos. Cazamos pájaros y nos los comemos asados con su fuego. Es brillante, como azul. Su fuego, digo. Comodo es rojo, como la sangre, pero no porque coma sangre humana ni nada así, porque sólo come animales. Bueno, los animales también tienen sangre, pero vosotros me entendéis.

Me encanta volar sobre su lomo. Cierro los ojos y el aire me da en la cara y lo hemos hecho ya tantas veces que no necesito ver la ciudad para saber que está debajo, haciéndose cada vez más pequeñita. A veces sueño con que podemos volar tan alto que llegamos a la luna, y allí hay más Dragones enormes como Comodo, pero de otros colores, porque rojo sólo está él, porque es el rey. Eso no me lo ha dicho, pero lo sé porque el rojo es el color de los dragones Rey. Eso lo sabe hasta un niño bebé.

Cuando salimos de casa Comodo agita mucho la cola. Eso es que está feliz. Hace como los perros. Esos días cuando vuelvo no tengo hambre y mamá me dice que coma. Que tengo que crecer. Pero ella no me entiende. Ojalá no crezca nunca. Tengo miedo de que Comodo se canse de mí y se vaya a jugar con otra niña si crezco. Por eso, por las noches, a veces, me tumbo con él en el suelo y le abrazo muy fuerte hasta meterme bajo su ala. Creo que es lo que todo el mundo debería hacer con los dragones. Así dejarían de tenerles miedo a las personas mayores. Y no se irían nunca.

FIN

10. Haz una historia con un protagonista que evoque tu niñez.

Este relato está enmarcado en el Reto de escritura de #52RetosLiterUp. Espero que os haya gustado. Y espero también que, si sois personas mayores, hayáis aprendido la lección y nunca echéis de casa a vuestros dragones, porque son la mejor compañía.

Me gustaría también contaros que la idea inicial (muy básica) de este relato surgió de un microrrelato que escribí y envié para la antología #Microfantasías en Diversidad Literaria para la cual he sido seleccionada junto a otros 600 microrrelatos. Esta antología está a la venta en el enlace.

¿Qué os ha parecido el relato? Espero que hayáis pasado un buen rato leyéndolo. ¡Pronto más relatos dentro de este interesante reto! Mientras tanto, es vuestro turno de opinar en los comentarios. ¡Muchas gracias por leer!