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Relato: Mala racha (Fanfic de Los juegos del hambre)



¡Buenos días! Hoy os traigo un fanfic que escribí con una idea que surgió comentando la trilogía de Los juegos del hambre de Suzanne Collins, con @Violet_Kamille. Después de que la puso en mi cabeza, no me quedó más remedio que escribírselo, porque yo no hago las normas.

Sucede prácticamente durante el primer capítulo de la trilogía, así que yo no diría que contenga spoilers, más allá de mi forma de ver a los personajes, pero es un headcanon que probablemente no se entienda sin conocer la saga, así que leed bajo vuestra responsabilidad.

Resumen: Normalmente en Panem es mejor ser invisible, pero también viene bien saber conseguir lo contrario, si hace falta.
La cosecha de los septuagésimo cuartos juegos del hambre desde el punto de vista de Haymitch.

Advertencias de contenido/TW: abuso de alcohol.




—Espero que no se te haya olvidado qué día es hoy —me espeta Effie, que entra eufórica en mi cuarto como si fuese suyo, haciendo más ruido que dos manadas de elefantes enfrentadas. Gimo. Cada una de sus palabras es un martillo que aporrea mi cabeza.

—Buenos días también para ti, preciosa. ¿Tu cumpleaños? —respondo con ironía, pero no añado nada más porque la habitación comienza a dar vueltas en cuanto me separo de la almohada. Más de las que daba antes, quiero decir.

Tal vez no fue buena idea beber alcohol sin rebajar ayer, y menos aún tanto; pero a quién le importa. Me lo merecía, hoy es un día especial. Un día especial en el que me viene bien una buena resaca, además. Al fin y al cabo, tengo unas expectativas que cumplir.

Effie se encarga de sacarme de mi cargante diálogo interno, resoplando y preguntando al aire si nunca tengo ropa limpia en los cajones, que por cierto está revolviendo sin éxito. Me levanto al fin y me dirijo al baño sin mirar atrás.

—Pues no —digo, antes de cerrar la puerta. Intento que parezca que me importa, o que no lo he hecho a posta, aunque creo no lo consigo—. Ahora mismo lo único que tengo es una resaca de campeonato.

Cuando vuelvo, la misma mujer que me ha despertado de un modo que podría haber provocado al fin mi muerte por infarto me mira con ojos de súplica, y creo que un poco de pena. Sostiene un par de prendas arrugadas y las mira como si fuesen su tabla de salvación.

—Haymitch, por favor, limítate a... intenta no dar un espectáculo —me pide, seria.

Yo la miro sorprendido y aunque sé que le sienta fatal, no puedo evitar partirme de risa.

—Por dios, ¡son los juegos del hambre! ¿Qué es eso sino la definición misma de un buen espectáculo?

Lanza mi ropa sobre la cama y toma aire para componer su eterna sonrisa. Después se larga por fin, muy digna, cerrando la puerta de la habitación. La buena de Effie, no sé qué haría sin ella; la verdad.

***


Prácticamente no puedo recordar qué ha ocurrido en todo el día, he estado viviendo en una especie de nube tambaleante, moviéndome de aquí para allá sin ver claramente la realidad. Ha sido un buen modo de pasar la mayor parte del día de la cosecha, si he de ser sincero, pero el pequeño drama que se desarrolla ante mis narices despierta por fin mi interés. ¿Katniss Everdeen acaba de ofrecerse voluntaria?

Si no supiese que los efectos del alcohol de ayer probablemente ya se han terminado, pensaría que ha podido ser una alucinación. Pero no. No lo es. Es increíble.

La observo con atención mientras sube al escenario, forzándome a desechar el asombro y reaccionar, necesito registrar todos los detalles. Sé muy bien lo importantes que son los primeros momentos; los juegos empiezan literalmente con las cosechas. Aunque ellos no lo sepan, ya están en la arena.

Piel pálida, diez kilos menos de los que debería llevar a cuestas; mirada verde de la veta y manos más viejas que ella. Aquí casi todos la conocemos, es Katniss Everdeen, la chica que caza a escondidas, la hermana de la niña dulce de la cabra. Pero ella acaba de dejar de ser esa persona para convertirse en… una voluntaria. En nuestro distrito. Estoy asombrado. Para no llamar la atención dejo de mirarla directamente y me giro hacia su imagen en la enorme pantalla que retransmite el evento para que no se lo pierdan ni en las últimas filas, ni en ninguna casa del Capitolio. Me fijo en sus ojos: la rabia que ocultan tras el miedo envía un fogonazo de esperanza que me sube por la espalda y se ancla en mi garganta, embotando mis oídos, gritando que esta vez sí, que tal vez puede salir viva.

Sé bien que las miradas de todo Panem la analizan tan detenidamente como yo. Y eso no es bueno. Effie dice unas palabras sobre la gloria de participar en los juegos y pide un aplauso para la tributo del distrito 12, con su acento del Capitolio. La gente guarda silencio, como siempre. Al menos de eso pueden sentirse orgullosos; yo lo estoy. Pero la sensación dura muy poco, mis vecinos se encargan de ello.

Un escalofrío me recorre de pies a cabeza al observar la escena que se desarrolla a nuestros pies. Primero una persona, después otra y, al final, casi todos los que se encuentran en la multitud se llevan los tres dedos centrales de la mano izquierda a los labios y después señalan con ellos hacia la adolescente condenada. Alzan la cabeza, poco a poco, hasta que todo un mar de rostros nos devuelve la mirada, sin pestañear.

Es un gesto antiguo, de respeto y admiración, de despedida a un ser querido. Frunzo el ceño; nunca había visto que se usase en las cosechas pero se me ocurre pensar que tampoco está muy fuera de lugar. Es un momento único de unión en el distrito que jamás había presenciado y que de regalo me trae a la memoria todo aquello que intenté ahogar al fondo de la botella anoche, a la vista está que sin éxito. Funerales, para empezar. Demasiados funerales.

Sacudiéndome de encima los recuerdos incómodos miro a Katniss Everdeen a los ojos, todavía en la pantalla gigante; y veo que está a punto de llorar. No puedo imaginarme qué estará pensando Snow al ver todo esto. Nada bueno, seguro. Al menos, no para ella. Si no la matan los juegos, bien podría hacerlo él; lo sé demasiado bien para poder pasarlo por alto.

Bienvenidos a los septuagésimo cuartos juegos del hambre y todo eso.

Me acerco a la tributo dando tumbos y tomo aire para gritar.

—¡Miradla, miradla bien! —Le paso un brazo por los hombros y la aprieto con fuerza, para infundirle ánimos, o para conseguirlos yo, aunque intento que parezca que busco un anclaje para no caer al suelo—. ¡Me gusta! —confieso—. Mucho —me detengo. ¿Qué puedo decir? inspiración es la palabra que busco, esperanza, ¿por qué no?, pero no puedo usar esas con Snow mirando. Al final la encuentro, como un susurro, como el canto de un pájaro que despierta al amanecer, al fondo de mi conciencia— ¡Coraje! —exclamo, tal vez con un ímpetu desmedido, pero es que es perfecta, es la palabra que buscaba.

Sopeso detenerme, ya he dicho bastante. No quiero excederme y complicarle las cosas todavía más de lo que lo habrían hecho sus lágrimas. Pero tampoco importa, me digo, recuerda, Haymitch, que sólo estás borracho; como siempre.

De perdidos al río.

» ¡Más que vosotros! —Veo los rostros inexpresivos de los habitantes de mi distrito. No me entienden. Normal; pues no les hablo a ellos. Me giro hacia la cámara, miro fijamente el objetivo y señalo— ¡Más que vosotros!

Cállate ya, Haymitch, idiota, me reprendo. Sí, me he venido arriba. Tal vez no debí mirar a la cámara mientras lo decía, pero ahora ya es tarde para arrepentirse. El aire está cargado. El público me mira anonadado sin comprender del todo, pero yo sé que el público no es lo importante. Al menos no este. Y para el otro aún no ha terminado el espectáculo.

Hago de tripas corazón y me tiro al suelo en un ensayado movimiento de malabarismo ebrio que disipa de un porrazo la electricidad estática del momento. Por el rabillo del ojo veo que mi joven tributo ha contenido las lágrimas. Bien. Escucho un par de carraspeos, unas cuantas risas y a Effie intentar salvar la situación con su entusiasmo de siempre. Effie, la optimista. Ojalá yo pudiese ser un poco más como ella, sería una suerte; pero supongo que 24 años de tributos muertos a mis espaldas no están precisamente de mi parte. Sólo desde el suelo, perdido en mis recuerdos mientras me recogen en una camilla, me permito soñar y pedir un deseo. Por favor, Katniss Everdeen, rompe esta mala racha.

FIN


Llegados a este punto puedo decir que la idea que mencionó Kam en nuestra LC (puede ser Spoiler de la trama de LJDH aunque es solo un headcanon) fue más o menos un "¿y si Haymitch en realidad no está tan borracho como quiere hacernos creer? al fin y al cabo se desmaya en momentos muy oportunos para quitarle de encima la atencion a Katniss y luego promete beber menos para ayudarles y es dicho y hecho. ¿Y si el ser un alcohólico es solo una tapadera para evitar algunas consecuencias negativas de ser un Vencedor?" Y bueno. Pues este fue uno de los momentos en los que decidí centrarme. Espero que os haya gustado y no olvidéis comentar.

Si has llegado hasta aquí, sigue un poco más: deja un comentario. ¿Qué te ha parecido el relato? ¡Gracias!

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10 comentarios:

  1. HOLA HOLAAA!!
    Buaaa que recuerdo los fanfics!
    Escribe más!
    Un besote desde el rincón de mis lecturas💞

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    1. Ya he escrito muchos más! Están todos en el blog 👀

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  2. Stibyyyyyyyyyyyyy ♥♥♥♥♥

    Y ya está, ese es el comentario, lo siento, no haberme hecho llorar.

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  3. Hola Stiby!
    Hombre claro claro un headcanon es lo que tiene...¬¬
    Pues he de decir que nunca he sido de fanfics, y que me suele encantar como escribes pero este la verdad es que me ha recordado a la historia pero tampoco creo que haya visto nada diferente.
    Pero bueno puede ser que sea que como no soy de este tipo de lecturas no me haya provocado mucho.
    Me ha costado todo el rato ver quien hablaba y sobre todo porque pensaba que por el camino había cambiado pero al final no.
    Sorry espero no te moleste pero para mi este relato ha sido un relato que me ha entretenido pero no me ha producido nada fuera de lo normal.
    Besitos y sigue escribiendo cielete.

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    1. ¡Hola!
      Ay XD. Un headcanon es un canon en mi cabeza, es decir, lo que yo creo que pasa en realidad en los libros (lo explico abajo en una nota que he añadido).

      No hay nada diferente a la historia original salvo el hecho de que nuestro los pensamientos de Haynitch y que muestro que en realidad no está borracho, solo está fingiendo para ayudar a Katniss (ese es el headcanon).

      No cambia, no, todo el rato es Haymitch y un momento Effie.

      El realidad el fanfic era un regalo para Kam así que con que a ella le gustase ya voy bien jeje. Pero luego pensé, por qué no publicarlo. Y pues lo traje al blog ;)

      Abracito y gracias por comentar!

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  4. Hola!! Soy nueva por tu blog^^. El fan dic me gustó mucho sobretodo porque es de los juegos del hambre una de mis trilogía favoritas de toda la vida.
    Besos!

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    1. Hola! Me alegra que te gustase, también es de mis trilogías favoritas :)

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  5. Buena vuelta de tuerca. Yo soy un desastre para ver más allá de lo que dicen las palabras escritas y buscando tres pies al gato. Cuando vuelva a leer la trilogía seguro que pongo más atención a detalles como estos ;)
    Aunque, por otro lado, haber pasado por esa experiencia y tener que estar inmerso en ese circo viendo esas desgracias por mera diversión de algunos bien merece unos buenos chupitos de tequila xD

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    1. Hola! Muchas gracias!
      Yo no es que le busque tres pies al gato, en el sentido de que las cosas que tengo en la cabeza no son demasiado enrevesadas (creo), pero sí que me gusta pensar ¿Cual habrá sido el pasado de este personaje? O ¿Como han llegado aquí? O cosas así, sobre huecos que la historia original no especifique.

      La verdad es que tiene que ser horrible, y en la saga se deja ver que a los vencedores les siguen usando de muchas formas posibles tras los juegos; así que pensé en que el alcoholismo bien podría ser tanto un síntoma como una estrategia.

      Gracias por leer!

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