La Suerte. Muchas veces se ha preguntado qué es La Suerte y es ahora, instantes antes de que dos dedos aprieten con suavidad su pequeño tallo, cuando por fin sabe la respuesta y comprende el significado de la escurridiza palabra.
Suerte es lo que ha tenido esa niña del vestido rojo que, sin buscarle, le ha encontrado.
Ni siquiera es capaz de recordar la cantidad de personas que han posado sus ojos sobre él durante unos instantes, sin verle, para después continuar su recorrido por el césped sin inmutarse. Confundiéndole con un trébol normal. Tumbadas sobre la hierba, sin otra cosa que hacer, miles de personas antes que aquella niña han mirado esperanzadas en su dirección para poco después apartar la vista y buscarle en otro lugar.
Ninguno de ellos le ha visto. Sólo la niña del vestido rojo.
Se pregunta qué sentirá ella en ese momento, y pensando en cómo se siente él se da cuenta de que no puede existir un estado de ánimo superior al suyo. Por ello, comprende que la niña del vestido rojo se está sintiendo en ese momento igual de feliz que él. Exactamente igual de feliz.
Al darse cuenta de que él es el causante de ese sentimiento de felicidad en ella, siente que su existencia ha tenido sentido sólo por vivir ese momento, estar en ese lugar en el instante en que esos maravillosos ojos se han posado en él, dando sentido a todo lo que hasta entonces no lo tenía.
Lleva toda su vida esperando ese momento y no sabe que apenas va a tener tiempo para saborearlo, pues instantes después de alcanzar ese estado de felicidad plena que muy pocos organismos han podido llegar a experimentar, muere. La pálida y perfecta mano de la niña del vestido rojo le arranca de las garras de la vida de un suave, incluso tierno tirón. Y él ya no siente nada. Ni siquiera felicidad.
Sin embargo, de poder volver atrás, no habría cambiado nada de lo sucedido. Absolutamente nada.
* N/A. Este relato surgió hace años cuando una amiga me propuso el reto de escribir sobre la vida de un objeto inanimado, pero nunca me había puesto a darle forma definitiva hasta hoy. Espero que os haya gustado.
Pa no variar voy a ser la primera en comentarte que te ha parecido, gracias al cielo este si lo he entendido XD...
ResponderEliminarMientras leía no se porque me ha hecho sentí como cuando llega el cumpleaños de alguna amiga o amigo y le entregas un regalo que ves que le gusta mucho! pues mientras leía al trevol vino a mi mente esa sensación ! La verdad es que me ha gustado mucho hasta que he llegado justo al final de la historia, joe eso si me ha parecido muy triste...no destroces así mi corazoncito joe...
Muy bueno como siempre, envidia por tu forma de narrar...besis!
Siempre eres la primera jaja. Este relato lo escribí mas o menos en la misma época que el anterior, cuando tenía un blog de msn 😂
EliminarQué bonita sensación te ha evocado, la verdad, me ha hecho sonreír pensar que te ha recordado algo tan bonito. Fue un reto escribir la historia pero me gustó la experiencia y creo que la carta a papa Noel que escribí concurso tiene sus raices en este relato y en la idea de ambientarlo desde el punto de vista de un objeto inanimado.
Estoy de acuerdo en que el dinao es triste pero también es ley de vida, reflejar que no hay que tener miedo, que hay que vivir intensamente y entonces no sé podrá uno arrepentir de no haber hecho algo cuando ya sea imposible.
Muchas gracias por el comentario, un beso guapa.
De nada....a ver pa cuando escribes un libro !
Eliminar¡Hola!
ResponderEliminarCreo que es la primera vez que reúno fuerzas suficientes para dejarte un comentario. Vaya.
Me ha gustado tu minirelato, aunque creo que podría ser un poco más intenso (sí, más, no me pegues) cuando llega la niña. Por estar en tercera persona, quizás me hubiera gustado adentrarme en los pensamientos de ella. Por otro lado, al leer el final se me ha ocurrido que una primera persona quizás le haría buen, para hacer el contraste pensamiento/objeto inanimado, ya que se centra en eso.
Y ya paro de quejarme.
Para terminar, decirte que me han gustado mucho tus descripciones, y al final he llegado a sentir como se partía el tallo, del crujido al olor.
¡Nos leemos!
Hola! Muchas gracias por el comentario. Me alegra mucho que por fin te hayas animado.
EliminarComo le comentaba a Angy, esta historia surgió porque me retaron a escribir un relato desde el punto de vista de un objeto inanimado, para lo cual elegí al trebol.
De todos modos para la niña en realidad el momento no significa nada. Es arrancar un trébol del suelo, por mucho que tenga cuatro hojas. El trébol quiere pensar que para ella es un momento importante sólo porque para él lo es, y al verlo desde su perspectiva nos lo parece pero si lo pensamos fríamente no se yo...
De todos modos me gusta escribir cosas así porque puedo dejarlo a la imaginación, y así cada lector puede pensar un final distinto o darle a la niña unos pensamientos distintos.
Me encanta que te quejes. Es mas divertido para debatir, sobre todo si las quejas son fundadas como en tu caso. Así que no te cortes y quéjate así siempre que quieras.
Me alegra que te hayan gustado las descripciones. Al final por la forma del relato, casi todo, por no decir todo, acaban siendo descripciones. Lograr hacer sentir es el objetivo de todo relato. Al menos de los que yo escribo, así que me alegra mucho haberlo logrado con este y contigo.
Un beso y muchísimas gracias por el comentario.
Bonito relato.
ResponderEliminarMe ha recordado un montón a qué uno de los objetivos que quiero cumplir es encontrar un trébol de 4 hojas. ^^
Y no sé si es que hoy estoy un poco decaída, pero me ha parecido muy triste y bonito el final. :'(
SOY CHICA POTTERHEAD
Muchas gracias! Me alegra que te haya gustado.
EliminarYo una vez vi uno, pero era más bien uno de tres hojas con un bultito en una de ellas.
El final es un poco triste la verdad, no es que estés de ese humor, es que es un final que evoca tristeza.
Muchas gracias por el comentario 😘