Reseña: Prométeme que serás delfín. + ENTREVISTA a Amelia Noguera.

UNA NOVELA QUE TE HARÁ PENSAR.

FICHA TÉCNICA

Título: Prométeme que serás delfín.
Autora: Amelia Noguera (Facebook / Blog)
Editorial: Suma de Letras.
ISBN: 978-84-8365-686-0.
Año de publicación: 2016.
Número de páginas: 288.
Género: Domestic Noir.
Resumen: Una profesora de Primaria aparece asesinada en su aula, dentro de un armario y con la boca y las muñecas enrolladas en papel celo, el mismo método con el que ella castigó a una de sus alumnas. Un grupo de amigas decide investigar quién es el culpable y así evitar LA CATÁSTROFE. ¿Quién querría ver muerta a Adela? La lista es muy larga pero pronto otro hecho terrible la reduce drásticamente.
A través de su búsqueda, el lector se adentrará en el mundo de los niños, y en especial en el de Sofía, la alumna hiperactiva que más sufría los tratos vejatorios de la profesora. También conocerá a su madre, una doctora desesperada que vive solo para su hija. Sin embargo, lo que descubrirá en este camino será la fina línea que a veces separa la inocencia de la crueldad.

OPINIÓN

En Prométeme que serás delfín hay muchos detalles que hacen de la novela un libro interesante. Para empezar, el hecho de que es una historia real, actual, sencilla y fácil de entender que además de hacernos pasar un buen rato leyendo, recordando nuestra infancia en el colegio, también nos mantiene en vilo preguntándonos quién habrá cometido el asesinato y nos muestra el día a día de una persona muy especial; Sofía, una niña con TDAH (Trastorno de Déficit de Atención por Hiperactividad)

Me ha gustado de esta novela, sobre todo, la naturalidad con la que Amelia toca temas de emergencia social actual como son los recortes en sanidad o educación, la tendencia social a negar ciertas enfermedades que no son visibles físicamente, y más de fondo (o no tan de fondo), otros más humanos como la falta de empatía, la competitividad desmesurada la tendencia cada vez mayor a ignorar a los niños en casa, a no enseñarles a leer, entender, preguntarse cosas. No darlo todo por sentado.

El estilo de Amelia no se hace nada pesado, es más, es muy ameno y rápido de leer. Creo que encaja perfectamente con esta historia llena de mensaje. No nos enredamos en adornos del lenguaje ni en dobles sentidos, ni siquiera nos perdemos demasiado en los recovecos de la investigación policial que se desarrolla en torno al asesinato de la profesora. Esta forma de escribir ayuda a que el lector se vuelque sobre todo con los personajes, con intentar entender sus problemas y sus puntos de vista. Con intentar enfocar el mundo desde la perspectiva de cada uno de ellos.

La pluralidad de personajes es sin duda lo que más me ha gustado del libro, porque soy consciente de que haciendo una novela que se desarrolla casi por completo entre los muros de un colegio, era muy fácil caer en estereotipos y considero que la autora se ha defendido genial, creando diversidad.

Como creo que puedo tocar todos los puntos que me gustaría de esta manera, voy a enfocar esta reseña de una forma distinta: desglosándola por personajes.

Tal vez porque es un tema que me toca de cerca, me ha gustado mucho que la novela consiga reflejar varios tipos de personas dentro del género de los profesores. Los hay buenos como Luz, los hay malos como Adela, como en absolutamente todas las profesiones. Me ha gustado que no caiga en el tópico y la generalización de reflejarlos a todos igual o meterlos en el saco de "es que son unos vagos" o "es que no tienen vocación" o "es que tienen manía a los niños" que muchas veces se comenta casi por defecto durante nuestro día a día.

En esta novela tanto los profesores como los padres de sus alumnos nos muestran con sus vivencias o sus comentarios lo peligroso que puede ser recortar, recortar y recortar en educación. Nos enseñan que menospreciando la educación de nuestros niños no conseguiremos crear un mundo mejor, donde pensar diferente esté premiado. Donde se logren grandes cosas.

En cuanto a los niños, creo que están bastante bien reflejados, y las partes narradas desde el punto de vista de la alumna, compañera de Sofía, son muy reales. Voy a explayarme un poco más aquí porque es casi lo que más me ha gustado del libro.

He leído opiniones en las que decían que el lenguaje que emplean parece demasiado avanzado para su edad, o que se dedican a ocupaciones que no parecen de niños (investigar el asesinato de su profesora, por ejemplo). Pero yo creo que ese sentimiento viene propiciado más bien porque en la literatura suelen darse muchos extremos con los personajes de los niños. O se les trata como completos adultos o como practicante bebés. Casi no hay término medio. Este fiel reflejo de lo que es un niño fue lo que más me atrapó de Matar a un ruiseñor en su día y -aunque de forma distinta- es de lo que más me ha gustado hoy de esta novela.

Sin caer como digo en una caracterización demasiado adulta, la autora consigue mostrar unos niños con sus amistades, miedos, desengaños o ambiciones, que por ser niños no quiere decir que sean tontos o un fantasma que pasa por ahí y no escucha, siente, ve ni entiende nada. ¡Ole por esa visión que a veces no logramos tener siendo adultos! ¡Con todo lo que seguro que odiábamos de niños que no se nos escuchase o tuviese en cuenta!

Creo que los niños deberían hacer huelga indefinida hasta que los adultos dejen de someterlos al maltrato solapado que consiste en ignorarlos para casi todo.

Siguiendo con los personajes, me ha descolocado un poco más la caracterización de algunos adultos, por varios motivos. El primero de ellos es que en varias escenas he visto un enfoque hacia lo "natural" que ha sido siempre que el hombre trabaje, o algunas conversaciones en las que "el padre" al final tenía la última palabra. Amelia lo enfoca de forma crítica, pero en algunos momentos se me hacía un poco molesto.

También me ha producido desagrado el padre de una de las niñas protagonistas, Sofía, rindiéndose ante el hecho de que su hija tiene una enfermedad (TDAH) que él no sabe sobrellevar, pagándolo con enfados y actitudes de inmadurez. Aunque esto, de nuevo, supongo que son actitudes que se dan más de lo que deberían en la vida real y creo que Amelia muestra bastante bien tanto en el padre como, sobre todo, en la madre de Sofía, la dificultad que es tener un niño que a priori no encaja en la sociedad que hemos creado, un niño diferente al que debes prestar mucha más atención, al que los demás no siempre entienden y por el que, muchas veces, vas a tener que luchar contra viento y marea.

Creo que existen los mismos tipos de padres que de profesores: los hay que pasan todo el tiempo con sus hijos y otros que nos confunden con fantasmas. Ahora sé que eso no depende de ser profesor o padre, sino de ser persona.

En contraposición a esta dejadez por parte de su padre, la lucha constante de María, la madre, por sacar adelante a su hija es uno de los ejes centrales de la novela, y por lo que he empezado esta reseña diciendo que en Prométeme que serás delfín se tratan algunos temas poco habituales. Me ha parecido muy interesante para informarse sobre la enfermedad de Sofía y los posibles efectos que puede tener en ella y en su entorno. Los capítulos que tratan sobre María los vemos desde su punto de vista. Personalmente creo que esto es un gran acierto porque muchas veces llegamos a sentir la desesperación de esta madre luchadora como propia.

Una de las cosas que destacaría de María es que a través de ella aprendemos a ver la enfermedad con otros ojos y, tal vez, a pensárnoslo dos veces antes de tachar este diagnóstico de una exageración o al niño de vago o deseoso de llamar la atención.

Lo he repetido varias veces, pero creo que es importante, ya que uno de los mejores puntos de esta novela es que intenta dar visibilidad a un problema difícil de ver, como lo son todo este tipo de trastornos. Porque hoy en día se frivoliza demasiado en estos temas. "Madre mía, estás hoy hiperactivo" o "estoy muy deprimida", son expresiones que usamos a diario sin casi pensar pero que, para algunas personas, su uso es completamente literal. Y por desgracia no significa estar moviéndose mucho de un lado para otro, ni tener un día tonto de llorar por todo.

"Cuídate. Las madres de niños con TDAH suelen requerir medicación. Otra terapia". Reconstruir un corazón quebrado de pena es más difícil que abrir el pecho para insertarle un marcapasos. Mucho más difícil.

Para terminar el desglose de personajes, he decidido dejar los dos extremos para el final. Una de las cosas que menos me han gustado es que he sentido que la profesora Adela era demasiado simple, digamos, transparente. Como le dije a la propia autora, yo tengo la creencia de que nadie es completamente negro ni completamente blanco, y encontrar personajes así, tan viscerales, en una novela de corte tan real, me ha chocado bastante. A lo que añado que este enfoque de personajes (completamente blancos/completamente negros) se da muy a menudo en la literatura, pero yo estoy acostumbrada a verlo en novelas más fantásticas, en cuya ambientación la sensación se me hace más llevadera, más natural. Aunque (lo reconozco) no tengo un argumento real que sostenga la justificación de esta impresión. ¿Los personajes deben tener más matices, más caras, ser menos transparentes, sólo porque el tema que trata la novela sí que es real y tangible? Bueno, tal vez en realidad no.

Por último, mencionar al personaje entrañable de Amelia, que no podía faltar en Prométeme que serás delfín: la abuela Blanca de una de las niñas. Una mujer que ha vivido la vida, y que ha aprendido lo que es importante. Una mujer que pasa tiempo con su nieta, regalándole lo mejor que jamás podrán regalarnos los abuelos, y que además intenta enseñarle a ella y a sus amigos delfines, a ver la vida de forma diferente. A descubrir las cosas que de verdad importan frente a lo que la mayoría nos hace creer que importa.

Por todos estos temas que trata creo que esta novela es una apuesta muy arriesgada y por todo ello sólo me queda agradecer a Amelia haberse atrevido a escribirla. Así nosotros podemos disfrutarla. Muchísimas gracias Amelia Noguera por regalarme este trocito de ti. Ha sido un libro muy especial, el primero que me ha regalado un autor en papel y firmado. ¡Todo un honor! Me hizo muchísima ilusión recibirlo en el buzón, y posteriormente leerlo. Lo he disfrutado mucho. De verdad, ¡gracias! No puedo menos que darle 4/5 estrellas. Creo que ha sido una lectura diferente, además de bien escrita. Y eso siempre se agradece.

¿Os animáis a descubrir qué significa el título de esta novela? No he querido desvelarlo, pero es un detalle que me ha parecido precioso. Siempre he amado estos animales y después de leer esta novela, será imposible no amarlos todavía más, por asociaciones.

Por una vez y sin que sirva de precedente, estoy en general bastante de acuerdo con todo lo que hay escrito en la contraportada del libro, así que me permito copiarlo aquí, como breve conclusión a esta reseña, que espero que os haya dado ganas de leer el libro, o al menos de interesaros por el tema que trata.

El estilo, los temas y los registros de Amelia Noguera son eclécticos –escribe novela intimista, histórica, literaria, social, de intriga–, y los lectores clasifican sus obras como literatura de personajes.
Prométeme que serás delfín supone otro giro en su creación y entremezcla con maestría temas de actualidad como el acoso escolar, la crisis o los recortes, con otros universales como el valor de la amistad y el intenso amor de una madre por su hija, en un texto de una gran fuerza narrativa.

ENTREVISTA A LA AUTORA (AMELIA NOGUERA)

Como ya escribí a grandes rasgos la vida de Amelia Noguera en la Reseña de La pintora de estrellas, me he permitido la libertad de pedirle el favor de que, para no aburriros, respondiese a algunas preguntas para este apartado de la reseña.

Así pues, aquí os dejo la entrevista que muy amablemente (y extensamente) me respondió. ¡Leedla hasta el final! ¡Sus respuestas son muy interesantes!


Buenos días Amelia, lo primero de todo, gracias por dedicar un tiempo a responder a las preguntas, y enhorabuena por haber escrito este libro sobre un tema necesario, del que apenas se habla. Ahora, vamos con algunas preguntas, para que la gente pueda conocerte mejor a ti y a tu nueva novela, de una forma un poco más amena que leyendo tu biografía.

Gracias a ti por la oportunidad.

¿Por qué decidiste escribir Prométeme que serás delfín y en concreto sobre el TDAH (Trastorno de Déficit de Atención por Hiperactividad)?

Mi hija estuvo durante toda la educación Primaria en el colegio con un niño hiperactivo. Se hicieron amigos y yo me hice amiga de su madre. He vivido la lucha de ambos por salir adelante en el colegio. Hace algunos años me enteré de que, cuando él tenía cinco años, una profesora no conseguía que se estuviera quieto y callado y le ató las manos a los brazos de la silla y le tapó la boca con celofán y le tuvo así durante toda la clase. Me sentí tan mal que terminé escribiendo esta novela. Quería intentar ayudar a mi amiga a dar a conocer el trastorno que marcaba su vida y la de su hijo, era lo único que podía hacer para que la sociedad intente ponerse en su lugar y no abandone a los que la necesitan más incluso que los demás.

Sumando el tema ya mencionado junto a los temas sociales que trata la novela (sanidad, educación,...) ¿no creías que podía ser una apuesta muy arriesgada? ¿qué acogida crees que ha tenido o tendrá una novela tan crítica entre los lectores?

¿Por arriesgada quieres decir que no sería comercial o que podría haber quien se sintiera atacado al verse reflejado en ella? Yo no escribo para vender, escribo sobre los temas que me interesan. Creo que la literatura es uno de los relatos más importantes para construir nuestra realidad, que no solo la refleja, y que cualquier narración es un acto político con el que estás de un modo u otro “posicionándote” en el mundo. Y esta novela es, además de un domestic noir, una novela negra con asesinatos y su investigación, una crítica social a los recortes, a la deshumanización que provocan, a la violencia que generan en el sistema educativo. Solo los malos políticos podrían sentirse atacados por ella.

Creo que el mundo de los niños está muy bien reflejado en la novela ¿te costó escribir las partes de los alumnos, adaptarlas a su mentalidad y lenguaje?

Forma parte del dominio de la narrativa, escribir con registros adecuados a los personajes. No siempre se consigue, pero yo intento ser coherente con el personaje en la narración o en los diálogos. En este caso, la voz de una de las narradoras ocurre en dos tiempos, en el futuro (en 2033) recordando lo que ella vivió, y en el presente, cuando lo cuenta como si lo estuviera viviendo en ese momento. Cuando ella narra como una niña, tuve de modelo a mi hija y a sus amigas, las observaba cuando estaban en mi casa y tomaba notas. Fue un proceso de investigación muy divertido.

¿Hay alguna parte de la novela con la que no estés del todo conforme?

En realidad no, en esta novela pretendía entretener a la vez que denunciar una realidad dura y mostrar el TDAH de una forma amena y creo que lo he conseguido.

¿Qué es lo más raro que te han dicho sobre este libro (o sobre otros que hayas escrito)?

Que es una historia muy bonita. Es emotiva, es emocionante, es didáctica o incluso intrigante, pero no la escribí pensando que también sería “muy bonita”.

Y ahora algunas preguntas más personales.

¿Te costó mucho terminar y publicar tu primer libro? ¿Recuerdas algún momento en el que estuvieses a punto de tirar la toalla?

Tardé tres años en terminar mi primera novela, “Escrita en tu nombre”, que se publicará en libro el año que viene porque las editoriales han terminado por publicar mis novelas en orden distinto del orden en que las escribí. Me costó otros tres años lograr que una editorial la publicara en papel. Y aún me planteo casi cada día tirar la toalla porque para mí publicar no es mi objetivo principal, yo deseo seguir escribiendo y publicando siempre y ese es un camino sin paradas y sin marcha atrás, lleno de baches y de asaltadores de diligencias, que muchas veces me agota. Pero me levanto al día siguiente y sigo escribiendo, no sé bien por qué.

Si te pregunto cuál es la lectura que más te ha aportado, ¿cuál es el primer libro que llega a tu mente? ¿por qué, qué crees que te aportó?

Esa respuesta es imposible de responder para mí, cada vez que encuentro un libro excepcional, me aporta algo más que el anterior porque cada nueva lectura me marca el presente de algún modo o me lleva a nuevas conclusiones o a seguir investigando. La vida son instantes y los míos también están llenos de muchos libros, imposible elegir uno.

¿Qué te gusta más, terminar de escribir un libro, o empezarlo? ¿Por qué?

Terminarlo. Me encanta comprobar cómo aquel tema poquita cosa que me ilusionó o despertó mi curiosidad se convierte luego en una criatura de ocho brazos, tres cabezas y seis ojos que emite ruidos estremecedores y es todo menos lo que empezó siendo.

Muchísimas gracias por dedicar tu tiempo a responder a mis preguntas, para ayudarnos a tus lectores a conocerte un poco mejor. Mucho ánimo en la escritura y suerte en todos tus nuevos proyectos.
Gracias a ti, de corazón.

¿Habéis leído este libro? ¿Qué os ha parecido? ¿Y qué os ha parecido mi primera entrevista? ¿Os gustaría que intentase hacer más, o preferís la biografía de los autores? ¡Me interesa vuestra opinión!