Artículo #4: Para todas las personas un poco dañadas que hay ahí fuera.

RELECTURA DE LA MÚSICA DEL SILENCIO (PATRICK ROTHFUSS)

Muy buenos días a todos. Hoy vengo con una entrada extraña, una reflexión que hago tras leer un libro precioso. Empezaré contándoos que hace unos días puse una serie de tweets en los que intentaba motivar a la gente a escribir si lo deseaban, a no dejarse vencer por el miedo al fracaso o a las opiniones negativas, a no darse por vencidos sin intentar algo que podría llegar a apasionarles, por miedo a caer alguna vez. Mi mensaje (que fue compartido más de 140 veces) fue el siguiente:

A todas las personas de mi TL que quieren escribir pero no se atreven porque piensan que no valdrá la pena: escribid.

Si teméis no conseguir la calidad que queréis, sabed que a escribir se aprende escribiendo. Si nunca te lanzas, nunca empezarás a mejorar.

Si teméis que no guste lo que escribís, os diría que normalmente los lectores son muy amables y no hay que tenerles miedo a las críticas.

Sé que es un momento difícil el atreverse a compartir un texto por primera vez, exponerse a una opinión....

Un consejo para empezar podría ser que escribáis primero algunos textos sólo para vosotros y cuando tengáis más confianza y menos miedo a las críticas, empecéis a compartirlo con los demás.

Sea como fuere, no reprimáis las ganas sólo por miedo al qué dirán. Escribir es maravilloso y no todo será perfecto, a veces no estaréis conformes, otras no llegaréis a terminar nunca un relato, pero puedo deciros que siempre merecerá la pena.

Cada texto que terminéis será consecuencia de muchos que empezasteis y no pudisteis terminar.

Ninguno de ellos será un fracaso, ni una pérdida de tiempo, porque habréis estado escribiendo.

Hoy, por supuesto, mantengo este mensaje, y vengo a contaros que he terminado de leer por segunda vez La música del silencio de Patrick Rothfuss, y creo que esta novela se recrea en todo aquello que yo dije y sostengo: que hagas algo de forma diferente a todos los demás, no quiere decir que esté mal hecho. Siempre que lo hagas con el corazón, merecerá la pena.

En el caso de La música del silencio, Rothfuss ha escrito una novela, como él dice, sin ninguno de los elementos que debe contener una novela. No tiene diálogos, ni personajes, y pasa nueve de sus escasas cien páginas describiendo la fabricación de un jabón. El propio autor escribió este libro pensando que se quedaría olvidado en el fondo de su arcón, que no serviría más que para ayudarle a conocer al personaje de Auri y enseñarle a escribir en tercera persona (palabras textuales). Y sin embargo aquí estamos: la novelette se convirtió en el libro favorito de la saga de muchas personas (entre las que me cuento). Y debo reconocer que no es un libro para todo el mundo, al igual que Las crónicas del asesino de reyes no es una saga para todo el mundo.

Las últimas palabras del autor en el epílogo de la historia, resumen un poco lo que estoy queriendo decir:

Esta historia es para todas las personas un poco dañadas que hay ahí fuera. (PAT ROTHFUSS)

No tengo muy claro si yo seré una de esas personas, creo que todos lo somos un poco, porque cada uno tenemos nuestros problemas (que son únicos), pero desde luego lo que tengo claro es que este libro sí que fue para mí. Por eso me gustaría darle las gracias a Rothfuss por no haberlo dejado en el fondo de su arcón.

La música del silencio me ha parecido un libro precioso. Me ha recordado la magia de esos momentos en los que estás de algún modo herido, incompleto, triste sin saber la causa (no creo que sea la única a la que esto le pasa)... y de pronto un gesto, un saludo, una llamada o mensaje que no esperabas, la aparición de una persona a la que no te habías dado cuenta que echabas tanto de menos, ese simple "cuánto tiempo sin vernos, ¿tomamos un café?"... en definitiva, una pequeña señal inesperada y simple te recoloca de nuevo en el mundo, como una mano invisible que te repara y, de repente, hace que todo vuelva a tener sentido.

Tanto en la lectura como en la relectura de este libro me ha ocurrido como a la editora del autor: he sentido más empatía con los objetos inanimados de esta historia que con los protagonistas de muchas otras. Me he sentido parte de ese mundo y he deseado que Auri pudiese arreglarme a veces, cuando me siento herida por dentro y sólo quiero hacerme un ovillo y olvidarme del mundo. Luego, después de pensar esto, me he sentido un poco egoísta, porque en el mundo hay muchas otras cosas que también merecen ser arregladas, y no lo son.

En otro orden de cosas, y eliminando la parte fantástica de la historia (para evitar caer en spoilers o teorías, principalmente), creo que Rothfuss pretende representar en Auri a una persona con un Trastorno Obsesivo Compulsivo, y en mi humilde opinión lo hace de forma tan respetuosa, tan natural, que entiendes lo que Auri debe sentir. Lo que piensa, por qué no es como los demás. Esto, lejos de frenarla, o de convertirla en un personaje distante, hace de ella un personaje único y del que el lector desea saber más. Durante este libro se llega a sentir tal conexión con ella, que creo que es precioso lo que Rothfuss ha conseguido, siendo un personaje tan particular.

En general, ambas lecturas de este libro me han traído paz, porque creo que es precioso creer que siempre habrá alguien que vele por el equilibrio de todas las cosas, que puede conocer su naturaleza, que puede arreglarlas y evitar que se rompan. Mi primer pensamiento al escribir estas líneas ha sido el de que ojalá existiese esta ocupación tan bonita en la vida real, pero luego he pensado que existe. Hay personas que saben arreglar las cosas y personas que saben arreglar a otras personas. Y la mayoría de ellas, ni siquiera lo sabe. Ojalá lo supiesen, ojalá se lo dijésemos y se lo repitiésemos una y mil veces hasta que se lo creyeran. El mundo sería un lugar más bonito.

¿Habéis leído La música del silencio? ¿Os ha hecho sentir tantas emociones como a mí?