Salgo de mi habitación arrastrando los pies y me acerco al salón escuchando el crujir del viejo parqué ahuecado por la humedad. Por el camino me fijo, como siempre, en los huecos vacíos que ocupan el espacio de viejos cuadros vendidos. Acaricio con las yemas de los dedos el desconchado gotelé, raspado por los muebles que ya no están en su sitio y que en su afán por retrasar la partida se llevaron consigo algo de pintura, para el recuerdo. Yo también quiero llevarme un poco de eso. De hogar.
Llego al saloncito y ahí está mi madre, bajo la luz amarilla de la lamparita de mesilla, sentada sobre sus piernas, acurrucada en una esquina del sofá. Está casi sobre el reposabrazos; conserva esa vieja postura, como si papá siguiese tumbado en el resto del espacio y ambos jugueteasen con los pies en su pequeño rincón, en una época ya lejana, en la que, pudiendo hablar, no necesitaban hacerlo siempre.
La miro y sonrío. Ha escondido el libro en cuanto he entrado por la puerta; lo sé, no porque le haya visto hacerlo —ha mejorado mucho sus reflejos— sino porque la conozco. Me envía un guiño cómplice cuando me reconoce y saca su lectura de debajo del cojín. Nunca se sabe, mejor prevenir que curar, supongo. Reconozco el ejemplar por el color, ya desvencijado, naranja como las calabazas de Halloween: Harry Potter y el Prisionero de Azkaban. Me siento arrebatada por una nostalgia repentina e indeseada y noto que se me llenan los ojos de lágrimas. Ojalá tener un giratiempo; ojalá poder despertar cuando debimos hacerlo, volver atrás en el tiempo y no dejar que nos roben, nos mientan, nos callen; ahogándonos en un conformismo manso que nos acabará por robar la vida. Pero basta de soñar, Aurora, dice con rencor el pequeño demonio invisible que cabalga siempre sobre mi hombro, basta de rogar con ojalás, niña tonta, lo que no has sabido defender con gritos. En la vida real la magia hay que pelearla, añade, con burla. Ya lo sé, ahora lo sé. Pero alguien dijo una vez que los ojalá algunas veces se encuentran debajo de las piedras; si uno tiene fuerzas para buscarlos. Bien, gracias por el consejo. Ahora ha llegado el momento de levantar algunas.
Me siento al lado de mi madre y sin querer me pregunto cuánto tiempo hace que no lo digo. Que no se las digo en particular a ella. Demasiado tiempo, supongo.
—Mamá —Paladeo el apelativo mientras se me escapa entre los labios. No es sólo una palabra. Ya nada es sólo una palabra, claro, pero ésta en particular es muchas cosas importantes. Es seguridad y paz, calor y esperanza; es un extintor contra mis dudas que me da fuerzas para luchar contra cualquier incendio que se me ponga delante. Es un futuro que puede ser mejor, un pasado distorsionado por la añoranza—. Te quiero.
Ella abre la boca, sólo un poco. Le pongo un dedo sobre los labios y la abrazo. Me muerdo la lengua mientras noto que está llorando. Sabe que algo pasa. Se nos escurre entre los dedos un minuto, y luego otro. Escucho su respiración mientras posa sus manos en mi espalda y el abrazo se hace más estrecho y comprendo que lo sabe. Sabe que es una despedida.
Me cuesta un mundo soltarla, pero finalmente lo hago y me pongo de pie. Con la delicadeza de un gesto cuidadosamente estudiado, dejo las monedas sobre la mesa. Tres palabras, tres monedas; el precio de una pequeña rebeldía inicial.
—Yo también —responde ella.
Y cuando pienso que eso va a ser todo —dos palabras y una voz ronca por no usarse—, mamá coge las monedas de la mesa y me las lanza, de una en una, haciendo palanca con el pulgar y mirándolas girar por el aire y caer al suelo cuando con mis nulos reflejos soy incapaz de cogerlas al vuelo.
»A éstas invito yo.
Ruedo los ojos en una muda protesta simbólica, pero a pesar de todo se lo agradezco en silencio, porque a saber para qué puedo necesitar el dinero en el futuro próximo. Me agacho para recogerlas mientras inconscientemente —como un acto reflejo adquirido de la costumbre— echo la cuenta del precio de la que puede ser nuestra última conversación. Nueve palabras.
Hace sólo dos meses habrían sido gratis. Ahora, el contador de la puerta de casa marcará 45 créditos, pienso cuando me dirijo a la salida, abrigo en mano. Ni siquiera intento abrir, sino que introduzco en la ranura tres monedas de las pocas que quedan en el cuenco del zapatero, con el movimiento mecánico de la costumbre. Cuando mi marcador vuelve a cero, la puerta se abre. Eres libre, miente. La puerta abierta siempre miente; la verdad tendré que buscarla fuera.
Me encamino hacia el metro a paso rápido, tarareando en mi mente una vieja canción de rap. No quiero pensar, no es el momento, podría ser que me entrase demasiado miedo y acabase por cambiar de opinión; y esa no es una opción.
La única opción posible es cambiar algo. Y para eso necesito que me quiten el chip. No puedo quedarme encerrada tras cada puerta por no poder pagar por mis palabras; y tampoco puedo quedarme más tiempo en silencio. Supongo que eso no ha cambiado, ¿verdad?, para empezar una revolución siempre ha hecho falta gritar.
Bien, pues yo voy a ello. ¿Quién me acompaña?
- Objetivo: 8. Crea un relato (post)apocalíptico/distópico.
- Objetos: 8. Un extintor./ 21. Un demonio.
- Para medallas: Feminista (protagonista mujer) / Verborrea interminable (primera persona y presente), aunque ya he cumplido estas medallas.
- Pequeña aclaración sobre la distopía/crítica de este relato: no fue pensado como una crítica feminista, sino como una crítica anti-capitalista. En mi cabeza, tanto hombres como mujeres deben pagar por hablar, pero usé el femenino genérico porque la familia protagonista es monoparental madre-hija. El padre falta porque ha habido un divorcio o una muerte, no porque sólo queden mujeres oprimidas en esta sociedad.
Mi querida Stiby!!! Tu relato me llega como anillo al dedo. Ya he comentado lo que sucede en Chile y lo que hace mucho tiempo faltaba en en nuestro país era el gritar para que finalmente se convirtiera en revolución (como sucede actualmente) y no solo palabras por cobrar.
ResponderEliminarMe ha encantado. Te felicito, un agrado como siempre leerte ya que tu revolución me hace reflexionar de que también debo gritar.
Un abrazo gigante desde Chile
Hola! Creo que es una situación bastante cercana, lo cual da miedo. El hecho de no escuchar a la gente de a pie, que los políticos acaben tan alejados de la realidad que ni siquiera comprendan los problemas cotidianos de las personas a las que gobiernan.. da miedo. Pero es que más miedo da todavía cuando ni siquiera quieren que el pueblo opine, como en el relato. En ese caso ya es aterrador.
EliminarMe alegra haber invitado a la reflexión, nunca hay que permitir que nos callen. Un abrazo, y mucho ánimo con la lucha.
Buenos días
ResponderEliminarAntes de que me líe más, aprovecho que ya lo he leído y comento.
Lo primero es que me ha parecido un relato muy emocional, en el sentido de que le das mucha importancia a las emociones de los personajes, a como sufren por la sociedad totalitaria en la que viven a pesar de que no pueden hablar. La emotividad también se expresa en la nostalgia, en el recuerdo de tiempos donde no estaba prohibido hablar.
Por otro lado, es bastante cierto que los regímenes totalitarios conceden gran importancia al control de la expresión de las ideas, y siempre están preocupados acerca de qué escribe la gente, de qué lee o de como se plasman las ideas en películas o televisión. Así que no me extraña que en este futuro distópico tampoco esté permitido leer.
Una pregunta: lo de pagar por cada palabra pronunciada me suena de algo. ¿Te inspirasste en alguna película o novela? Me parece un concepto interesante.
Por último un detalle de tipo "mijita". En esta frase: "Acaricio con las yemas de mis dedos el desconchado gotelé," cambiaría "mis", por "los". Es influencia del inglés, donde es obligatorio decir "I touched the surface with my fingers", pero por lo que he leído por ahí, en español suena redundante y se prefiere usar el artículo si el sujeto de la frase es quien "posee" los dedos en este caso. Es una tontería y está tan extendido que no tendría ni que haberlo dicho, pero es que, por casualidad, estaba ayer escribiendo esta frase: "Le puso sus manos en los hombros". Como eran hombre y mujer, el inglés nos gana: todo queda claro: "He put her hands in his shoulders". En español usando la recomendación de que no se usa el posesivo cuando el sujeto "posee" las manos queda claro (El puso las manos de ella en sus propios hombros), por eso creo que ese convenio es útil. Y bueno, no sé por qué te he contado esto, pero ha salido un comentario largo y molón y dejo el comentario mijita.
Enhorabuena por el relato, por ese ambiente de nostalgia y tristeza que tan bien has plasmado.
Un saludo.
Juan.
Muy buenas! Creo que sí es emocional, o más bien reflexivo. Al no haber diálogos también queda más en ese estilo y creo que le da más profundidad a los recuerdos, pensamientos y, como dices, al pasado.
EliminarEs muy cierto que controlar el pensamiento es una de las cosas básicas de los regímenes totalitarios. Y la palabra es el modo directo de expresar pensamientos, así que creo que no es taaan descabellado.
Tienes razón con la corrección, lo he cambiado en el texto. Me pasa a menudo y no me doy cuenta. Creo que en inglés es mucho más claro también por el uso del sujeto muchas más veces. Una vez traduje algo del inglés y me resultaba muy difícil referirme a las personas porque ellos usaban como dices he/she his/her y en español "su" quedaba ambiguo y él/ella repetitivo jeje.
Un abrazo y gracias por comentar.
Brutal relato, vaya una historia, transmite miedo total, represión, impotencia y miseria por ser mujer. Me suena que hay un libro en el que las mujeres solo pueden decir 100 palabras a lo largo del día y me parece terrible y una forma de control estremecedora sobre nosotras. Da miedo. Me ha encantado, la gorma en que describes la sensación, la añoranza de cuando las cosas no eran así, hace que te preguntes como demonios llegaron a esa situación y como can a poder salir de algo así. Pagar por esas palabras a su madre, el contador en la puerta... Genial historia Stiby, para ser a última hora y sin ganas vaya un relato, ojalá yo xD. Bien hecho, de mis favoritos, la verdad. Tiene muchísima fuerza, enhorabuena.
ResponderEliminar.KATTY.
¡Hola guapa! Me alegra hacer transmitido tanto en el relato. La cosa era que intentaba más bien reflejar un control poderosos-pleve, en el que la gente normal no podía hablar sin pagar para controlar los pensamientos y que nadie se revele contra el sistema.
EliminarLo que ocurrió fue que mis dos protas eran mujeres (el padre solo pensé que se habría ido, rollo divorcio, pero nada como separar a mujeres y hombres).
El mayor control es ese, el de las ideas, y a lo largo de la historia ha habido casos de control de medios de comunicación o manipulación de la información que van enfocados a que la gente piense como unos pocos quieren y no sé planteen otras ideas. Es el enfoque que quería dar al relato pero es cierto que el femenino genérico y la ausencia de hombres hace pensar lo que hiciste con tu micro enlazado.
Me alegra que te haya gustado el momento del pago porque dudé si ponerlo así o simplemente el final cogiéndolo del cuenco, pero se me hacía más visual y lo dejé. Como que la madre le invita, justamente.
Me alegra que te haya gustado. A la idea llevaba días dándole vueltas, al tema de pagar por hablar, pero no sabía bien cómo enfocarlo y tampoco había tenido tiempo de sentarme a escribir y al final pues si, última hora total xd
Un abrazote y gracias por comentar y enlazar :3
Mira, mecagoensanpitopato, que mala leche. YO VOY CONTIGO DONDE HAGA FALTA, ¿¡DÓNDE ESTÁ ESA REVOLUCIÓN¡? Que recordemos que hay que hacerla, que sola no se hace.
ResponderEliminarGenial Stiby, como de costumbre también te digo; que ganas de arrancar ojos me han entrado y justo ayer me vi otro capítulo del cuento de la criada y arg, la impotencia madre mía.
No nos callarán.
Ay, Neswi, me encantan tus comentarios. Con poquísimas palabras demuestras que has leído los relatos y es genial. Y ese entusiasmo que ojalá lo tuviésemos muchos XD
EliminarLas ganas de arrancar ojos no se van, no, yo también las tuve con este relato, el cuento de la criada, los vientres de alquiler, en fin millones de cosas. Hay que seguir.
Un abrazote y que no nos callen. Eso.
Ala, que narración (y me refiero al estilo, no a lo que cuenta. Al como, no al qué) más entrañable. Tanto la relación maternofilial como con el hogar en si. Has usado unas frases muy cálidas. Me ha gustado mucho.
ResponderEliminarMe recuerda, ahora sí, lo que cuentas a Voz, el libro de Christina Dalcher. ¿Te has dado inspirado en él o es una convergencia narrativa casual? Lo tengo pendiente de leer aún, pero tanto ese como tu relato, suenan aterradores. No solo por el mundo que describen, sino por la posibilidad de que lleguemos a conocer un mundo así o similar.
Buenas! Al enfocar el relato desde el principio en uno donde apenas habría diálogos, creo que profundicé mucho más que habitualmente en sensaciones y descripciones. Me alegra que te haya gustado.
EliminarNo me he inspirado en nada en concreto, pero me llevo mil recomendaciones de vuestros comentarios jeje. Básicamente me inspiré de la realidad: no quieren que nos quejemos ni que cambie nada, para seguir mandando los de siempre. Y las palabras pueden hacer mucho daño así que opino que las prohibirán si pudiesen (y lo hacen en algunos lugares en cierto modo).
Suena aterrador, como dices, porque es bastante cercano aunque parezca distópico.
Un abrazo!
Querida Stiby,
ResponderEliminarTus relatos no defraudan. Puedes tratar temas tan variados y con personajes tan distintos y siempre salir airosa. Lo que planteas aquí es muy interesante, la premisa da para pensar mucho, sobre todo en los tiempos que corren. Usas una metáfora para crear un mundo y unos personajes a su alrededor, y todo con el toque Stiby. Sigue dándole a la escritura, compañera!
Abrazos.
Hola, Shaila. No veas lo que me gustan siempre tus comentarios.
EliminarEs súper motivador saber que en opinión externa no me encasillo con los temas o con los personajes, por poner un ejemplo con las lesbianas como ya te comenté por tuiter. Así que gracias.
La idea principal del relato da en efecto para algo mucho más grande pero ya sabes que donde yo me siento cómoda es en este formato corto, lo cual también mola porque dejo mucho a la imaginación.
Mil gracias, guapa! Abrazo!
Bestial, Stiby, ya sabes que en cuanto me ponga bueno del todo seguiré con mi epopeya de #hayqueleermásaStiby, pero es que con este relato tan intenso, emotivo, estremecedor, que te deja en el alma un kilo de impotencia y un gramito de esperanza, cómo no voy a difundir tu talento. Me ha recordado a 1984, aunque lamentablemente no nos tenemos que ir a la ficción para ver cosas tan descabelladas. Felicidades por el texto.
ResponderEliminarBuenas! Jo, cómo me alegra que os haya gustado tanto en general este relato ya que tenía miedo de liarla con el objetivo desde hace tiempo. Llevaba dándole vueltas pero nunca me ponía en serio.
EliminarEspero que pronto te pongas bueno, y no sólo para que me leas, sino porque estar malo es una caca. Te mando toda mi energía positiva desde aquí.
Me alegra que te haya gustado, en serio, y que aunque haya sido intenso haya dejado un poquito de esperanza por encima de la impotencia. Fue lo que quise hacer y creo que se consiguió ya que ya tiene un micro enlazado que es bastante esperanzador también :D
Muchísimas gracias por difundir, me ayudas mucho, en serio. Y sí, lo triste es que en muchos ámbitos no es ficción por desgracia... ¡Gracias y un abrazo!
Yo te acompaño :)
ResponderEliminarLo he leído mientras escuchaba el nuevo disco de los chikos del maíz así que xD.
Algo tan sencillo como salir de casa lo has descrito de una forma genial, porque la protagonista sabe que su vida ya no va a ser como antes. El abrazo entre madre e hija me ha encantado. Ojalá pudiera acompañarla...
Es un género que me gusta mucho leer, pero que te pone mala a partes iguales. Aun así, siempre es bueno ponerse en lo malo para poder evitarlo. Y también me ha recordado un poco a la película "In time". Te iban descontando minutos de una especie de cronómetro que llevan en la muñeca hasta que el contador queda a cero y mueren.
Me ha gustado mucho, enhorabuena jefa :)
¡Gracias!, porque sola no puedes, pero con amigas sí, o eso decían por ahí :D
EliminarLa verdad que la banda sonora le pega, y me alegra que te gustasen las descripciones, que en gran mayoría fueron añadido al relato para alcanzar las 1000 palabras e introducir los objetos, pero es algo que no suelo hacer mucho (describir) y tengo que profundizar en ese tema así que me pareció un buen relato para hacerlo.
Me alegra que te gustase el abrazo; creo que la madre sabe que su hija también debe recorrer el camino sola, le está dejando espacio, más que nada.
A mí también me gusta mucho leer este género pero es cierto que deja mal cuerpo, por eso quise dejarlo un poco abierto a la esperanza al final, o a un posible cambio. Creo que ver estas cosas por escrito o en la pantalla puede ayudar a evitarlas, pero también creo que estamos rodando sin frenos y cuestabajo y habrá muchas cosas que, como en el relato, llegarán y pensaremos ¿cómo no evitamos esto?
Me habéis mencionado muchas pelis y relatos, tendré que echar un vistazo por ahí a ver cual veo primero.
Me alegra que te gustase tanto, ¡gracias a ti!
¡Hola!
ResponderEliminarEs una historia muy conmovedora, creo que aún nos queda mucho por luchar, defender y gritar. Pero hay muchas maneras de hacerlo y tu lo has plasmado en este relato. Cada uno lo hacemos de una manera diferente y así aportamos nuestro gratino de arena.
¡Hola! Desde luego, todo el mundo puede aportar su granito de arena aunque no sea "peleando" de la forma más habitual. Sobre todo, creo que lo más importante es que no hay que callarse, ni en estos casos tan flagrantes ni en cosas "más pequeñas" como pequeñas injusticias sociales que vemos a diario. Me alegra que te hiciese sentir, ¡gracias por comentar!
EliminarMe he quedado sin palabras y no porque no pueda pagarlas. Qué mundo has creado en tan poco espacio, qué forma de expresar la frustración y la necesidad de ser libre. La parte en que describes la palabra "mamá" me ha llegado muy hondo. Enhorabuena.
ResponderEliminarNos vemos entre páginas
La vida de mi silencio
¡Me alegra leer eso! Eso quiere decir que te ha calado, aunque sea corto. Es muy importante ser libre y a veces lo menospreciamos e incluso frivolizamos en torno a ello, así que creo que viene bien recordar estas cosas de vez en cuando. ¡Me alegra mucho que te gustase en concreto esa parte y me hizo mucha ilu que la citases por tuiter!
EliminarMuchas gracias por leer y comentar <3
¡Hola, jefa! Me da muchísima pena llegar tan tarde a este relato. De verdad. Me ha dejado un poco de mal cuerpo (pese a tener un final un poco más positivo) por ese "futuro", que a este paso no va a ser tan distinto. Quizá no así, no lo sé. Pero es posible. Me maravilla que hayas sido capaz de, con unas pequeñas pinceladas, haber descrito una sociedad distópica sin explicar del todo cómo ha ocurrido o qué está ocurriendo. Pero te queda claro cómo funciona, a grandes rasgos, ese universo. En fin, no comento mucho más porque he llegado un pelín tarde, pero de verdad, que ha sido una maravilla.
ResponderEliminarUn abrazo :3
¡Muy buenas! Como ya dije, no llegaste tarde jeje, prácticamente lo acababa de subir. Es cierto que intenté darle final positivo porque incluso a mí mientras lo escribía me estaba dejando mal cuerpo, así que entiendo tu sentimiento, sobre todo porque no, no parece muy distante.
EliminarMe alegra que te quedase clara a pesar de que como bien dices solo di pinceladas del universo, así que yo me voy contenta con este comentario ¡muchas gracias por leer!
Maravilla de relato, hija, mis dies.
ResponderEliminarMe hace gracia pensar que nosotras, al ser escritoras, medimos el mundo en palabras igual que la protagonista del relato. Solo que nosotras a veces tenemos que poner palabras de más xD.
La ambientación es una pasada. Es tan real que alzar la voz es importante y tan pertinente hoy en día, que da hasta rabia.
Me quedo con esta frase «basta de rogar con ojalás, niña tonta, lo que no has sabido defender con gritos. En la vida real la magia hay que pelearla». Es para subrayarla y enmarcarla.
Sigue así, Stiby, porque eres una escritora con mayúsculas. ¡Hasta luego!
Jo, de verdad me hace mucha ilu que os haya gustado este relato porque llevaba muchos días con la idea de "distopía que consiste en pagar por hablar" a raíz de un comentario del estilo "no si ahora no va a poder una ni hablar!" que oí no sé donde... pero no me daba la cabeza como para convertirlo en un relato y tuve que estar dándole vueltas más de una semana ¡no suele pasarme eso y estaba un poco agobiada!
EliminarPero bueno al final salió y me alegra que tal vez por haberlo macerado un poco más en mi cabeza y gracias a añadir descripción por el límite de palabras haya quedado bien ambientado.
También me encanta esa frase que señalas, la verdad, y mira que fue un añadido también a raíz de meter el objeto "demonio". Es verdad que es muy importante no callarse y creo que por desgracia muy a menudo lo hacemos, sea por cansando o poca fé de que sirva de algo, pero ¡hay que seguir!
Un abrazote y muchísimas gracias por ser siempre tan bonita conmigo <3
Stiby, joe, la madre que te hizo. Me ha encantado. Es tan bueno que duele, así te lo digo. Me han encantado los detalles, la forma que tienes de describir cosas tangentes pero que rellenan el espacio y que te dan a entender más de lo que dicen. Creo que normalmente no eres tan descriptiva, pero en este caso te ha quedado perfecto y me ha encantado. Detenerse en los muebles que ya no están, en la descripción de una palabra... Le da un toque de nostalgia que duele pero que es delicioso, la verdad.
ResponderEliminarLa trama también me ha encantado, y tristemente el problema que tengo con las distopías últimamente es que ninguna me parece ya tan lejana. Pero me ha gustado el detalle de la canción de rap, porque si bien no es mi estilo para nada, es un género que depende de las palabras, que existe por las palabras, y que por lo tanto le ha quedado como un guante al relato.
En resumen, que me encanta. Eres magnífica.
¡Hasta tu siguiente entrada!
Jo, Kam, que me emociono TT
EliminarMe alegra que te gustase y que doliese, aunque suene mal, sobre todo por el significado que creo que transmite, y que supongo que si una distopía no duele o al menos cala un poquito, no se está haciendo bien del todo.
Tienes toda la razón en que añadí mucha más descripción que en otras ocasiones, en parte de base al no pretender poner diálogos, ya iba con esa idea desde el inicio; y después algunas más cuando me quedé como en las 800 palabras o así al terminar el relato.
No recuerdo si la parte de los muebles la añadí a posteriori, creo que no, que esa estaba desde el principio. A mí me gusta en particular el momento en el que la protagonista acaricia la pared.
Yo también tengo ese problema que comentas, y eso que no he leído muchas distopías últimamente, pero ya desde hace unos años, la mayoría me resultan bastante factibles y me da mucho miedo que sea así. ¡Qué guay que te fijases en la canción de rap! Porque al inicio había puesto rock, pero luego pensé que el rap es normalmente como más reivindicativo, donde la voz tiene más importancia, y creí que podría casar mejor con el relato. No sé, son detalles que a veces piensas que nadie se fijará y hace mucha ilu cuando descubres que sí. <3
Un abrazote y muchísimas gracias por animarme tanto, eres un cielo.
Me ha encantado el concepto!! Escribes súper bien, Stiby 😍😍
ResponderEliminarMe alegra que te gustase la idea, aunque sea un poco aterradora jeje ¡gracias por tus palabras!
EliminarMe recordaste a Andrés Bello, él fue un revolucionario intelectual, y elevó su voz mediante las letras, nunca fue a una batalla por la independencia. Al igual que Simón Rodríguez ilustres venezolanos. Acá en este relato se refleja la realidad que viven muchos países en la actualidad bajo poderes anarquistas que piensan en sus intereses colectivos y callan la voz de los más indefensos, de la plebe de los pies descalzos. Los escritores tenemos las magia de las letras para llevar el mensaje. Excelente relato.
ResponderEliminarMuy buenas, no conozco a Andrés Bello coma pero es muy cierto que se puede luchar desde las palabras al igual que desde las calles. creo que el relato es bastante plausible, porque junto con las tecnologías de la información creo que también ha surgido en cierto modo un hipercontrol sobre todo lo que decimos.
EliminarMuchas gracias por comentar, sí, la escritura tiene un gran poder y creo que a veces hay que aprovecharlo con relatos como este que denuncien cosas.
Un abracito.
Hola Stiby!
ResponderEliminarQue titulo más zasca!.
Pensaba que ibas a poner que querías un poco de pintura, y te iba a comentar que ¿cuando te has apuntado a la academia de pintores de portales? XD obsesión total..
Que mezcla en este párrafo más bueno de Feminismo, Harry potter y El cuento de la criada!.
Se que no lo has leído pero no sé porque en el final del relato he visto un poco del libro Delirium...
¿Te puedo decir algo? Creo que desde que empecé a leerte has mejorado un montón. Me gusta mucho como describes ahora.
Me encanta como das explicación de todo en la etiqueta XD en plan que quede claro.
Eres una maquina!
Besis
Hola guapa!!
Eliminarla verdad es que no sé cómo se me ocurrió el título pero me gusta mucho, porque también alude un poco al feminismo, mismo tiempo el femenino genérico ha confundido algunas personas creo. Por eso puse una aclaración también en la parte verde sobre qué es una distopía anticapitalista y no feminista.
jajaja pues mira no lo había pensado, pero igual sí que me han influido un poco los portales con lo de fijarme en la pintura. Y, ay qué bien que te gusta ese párrafo, está claramente puesto como para poner todas las cosas bonitas juntas xdxd
al ser una distopía creo que tiene bastantes semejanzas con varios libros de hecho me han dicho como cinco o seis ya, tendré que hacer una lista o algo para ir leyéndolos.
Yo, qué bonita eres de verdad, muchas gracias 💜💜💜 me anima muchísimo saber que se nota que he mejorado en estos años.
a mí también me hace gracia el cuadro del final, al final copio y pego casi todo todas las veces, solo cambia un poco lo de las medallas y a veces cuando pongo alguna explicación extra como en este caso jejejeje
Un abracito y graciassss!!!
Hola again!
EliminarPues es una balanza buena y mala a la vez eso de que lo vean feminista pero a la vez por una vez que no lo es....pero bueno...lo tomaremos positivo.
Es que es muy buena idea pero es lo que yo pienso siempre que Laura tiene ideas muy buenas que sabe desarrollar...aunque no todo el mundo lo ve así. Y guay que influya en ti.
¿Si? cuales? para ver si los leí XD. Aunque seguro que si.
De nada ya sabes que siempre digo lo que pienso...
Uy es como mi que leo que veo XD....con modificaciones pero el mismo esqueletito...
besis! de nada!
Brutal y aterrador. Me ha desconcertado tu relato porque desde el título queda muy claro que todas en la historia están condenadas pero también que hay un halo de esperanza y desafío que puede hacer que todo cambie.
ResponderEliminarEl ritmo narrativo es perfecto, porque con pocas palabras metes al lector en un entorno totalmente distorsionado, opresor y sombrío. La narración te va sumergiendo en la historia casi sin darte cuenta y eso es mágico porque te lleva a poder sentir lo que siente la protagnista en primera persona y es francamente desgarrador porque te invita también a extrapolar y pensar en todos los derechos que nos estamos dejando arrebatar sin decir ni mu mientras nos adormecen con consumismo, capitalismo y espectáculos varios. Aunque como decía Def Con Dos: "poco pan y pésimo circo"... pero aquí seguimos, sin reaccionar. Bueno que me voy por las ramas de esta enorme higuera dialéctica.
Al contrario que en otros relatos tuyos, el contexto lo creas divinamente a pinceladas de pensamiento, pero resulta más que suficiente para comprender la dureza de la historia. Te felicito por ello.
Por último me ha encantado la diferencia que marcas entre los dos personajes: el pasado y el futuro, la experiencia cansada y la osadía de la juventud... y sobre todo porque lo haces con una prosa fluida y sencilla.
Me ha encantado el relato.
Muy buenas, guapa, la verdad es que el relato da miedo porque creo que parece algo que pueda ser real, más que por otra cosa.
EliminarJustamente quise darle al final un toque de esperanza o de apoyo entre ellas que podría cambiar las cosas.
Me alegra que te gustase el ritmo y te haya sumergido en la historia casi sin darte cuenta, hasta el punto de sentir a la protagonista. Es muy cierto que a veces parecemos dormidos, es por eso que este tipo de "ficción" la veo necesaria para hacer ver los posibles problemas.
Me han dicho varias personas que he sido más descriptiva en este relato y que eso ayuda a crear ambiente y contexto. Trataré de conservarlo para otros relatos <3
¡Y qué interesante lectura del pasado y el futuro con las dos protagonistas! Me ha encantado este punto de vista ¡gracias por tu comentario!
¡Hola!
ResponderEliminarComo te dije, me ha encantado el relato. Es de mis favoritos hasta ahora.
Me ha gustado muchísimo el contraste entre la nostalgia del principio (la madre manteniendo la misma pose que tenía cuando el padre todavía estaba, por ejemplo; o la mención a HP, que imagino que ya estará bastante anticuado en ese futuro distópico) y la esperanza del final. También me ha parecido muy original eso de que los personajes tengan que pagar por hablar, creo que no lo he visto antes en ninguna distopía ni historia postapocalíptica.
Enhorabuena por el relato y un beso :)
¡Muy buenas, Marga! Muchas gracias por tus palabras, me alegra que se haya colado entre tus favoritos, creo que también entre los míos.
EliminarMe da a mi que he tenido más hincapié en sentimientos y sensaciones en este relato que en otros y por eso os ha llegado tanto, o no, pero es lo que me da en la nariz jeje.
Me alegra que te haya gustado el contraste de ambas sensaciones, creo que son las más fuertes en el relato, algo pesimista al inicio y que con la nostalgia y la esperanza se vuelve un poco más "esperanzador" hacia el final.
Pues al parecer lo de pagar por hablar a la gente le ha recordado a miles de historias tanto de películas como de libros. Yo nunca lo había visto pero al parecer podríamos coger mil referencias sobre eso jajaja.
Me alegra que te gustase ¡un abrazo y gracias por el comentario!
Hola, Stiby! Me ha gustado este maravilloso relato, donde la protagonista llamada Aurora ventila sus pensamientos más íntimos de forma muy emotiva. Y al mismo tiempo, esa actitud nos lleva a reflexionar si debemos continuar adormecidos o alzar nuestra voz de protesta ante ideologías o regímenes que suprimen las libertades individuales. A derrumbar ese contador de la puerta. Saludos.
ResponderEliminar¡Hola Rocío! Me alegra que te haya gustado seguir los pensamientos de Aurora. Y reflexionar con ella sobre nuestro presente :D Creo que es muy importante pensar en estas cosas y no dejarse "adormecer" para derrumbar puertas, contadores, o lo que se nos ponga delante.
EliminarGracias por tu comentario!